Saber.
Hay cosas que nunca voy a saber. Misterios de la vida irresolubles, que quedarán en el silencio por la eternidad. Esos misterios me mantienen cerca de la eternidad, acabo de descubrir en las lineas anteriores, cerca de lo que ha sido y será y llena el espacio del ser de todos, de lo que pertenece a nadie y al universo entero.Mejor no investigar , ni buscar respuestas; todo espíritu científico está contraindicado en momentos en los que nuestra ausencia nos impide para siempre lo de descubrir la verdad de acontecimientos extraños. Llegar y ver solo lo que ha quedado y pensar probablemente en la solución de aquello; más sin embargo no poder de ninguna manera acercarnos de forma diferente a la imaginativa al verdadero evento; el que sucedió, el que a pesar de no haber sido observado tal vez por nadie, de hecho pasó. El cómo que se nos escapa y se vuelve solo una posibilidad de reconstrucción parecida a un andrajo compuesto de trozos de tela que no se pertenecen entre sí y que en realidad se convierten en una tercera cosa, lejana de la que buscamos en casi todo. El quién, cómo y cuándo de muchas cosas, nunca nos será revelado y probablemente de ese silencio cognoscitivo provenga algo de la gran sabiduría del desapego y la aceptación. Nunca una rendición sencilla, sino el verdadero acto lógico de aceptar cuando eso, no lo sabremos jamás. A menos que lo sepamos algún día.
en la gran ventana..no hay comos ni porqués.. ..
es posible que seamos un tejido conectivo…en el aquí y ahora…
pero no es malo el silencio, cuando tiene la capacidad de aguzar los sentidos..
para amplificar el significado de la lluvia..
4 enero, 2013 en 11:02 pm
Me encanta 🙂
6 julio, 2013 en 3:37 pm
Gracias por existir!! todas tuyas ! Son letras inspiradores y llenas de sentimiento = )
29 agosto, 2014 en 2:42 pm