Los Buscadores. Explorando los límites.

Hay países como Estados Unidos de Norteamérica ó Inglaterra, que además de su riqueza tienen un montón de enemigos; aunque lo más adecuado tal vez sería decir que es gracias a su riqueza que los tienen. ¿Por qué?, bueno, solo puedo especular y tener mis propias teorías, pero no sin obviar lo que ha sucedido en la historia. En todas las épocas de la humanidad han existido países, naciones, reinos o imperios, que han dominado en su momento el curso y el accionar de los demás y se han hecho de muchos enemigos; pero una de las cosas que resulta para bien de estos poderosos, es usualmente lo que se refiere a la expresión artística y  la actualidad no es la excepción. Decenas de artistas que difícilmente podrían aparecer en circunstancias distintas, lo hacen en estos países maravillando a los que amamos las artes, y hablando concretamente de la música, artistas estupendos han aparecido en los últimos años haciendo de la música popular un mundo mucho más amplio e incluyente, más interesante y desarrollado. Podemos hacer una lista corta que siempre dejará afuera algunos nombres pero es tal la velocidad a la que aparecen y la posibilidad que tienen en esos países de hacerse de un público fiel y selecto rápidamente, que se vuelve una tarea casi imposible seguirles la pista, pero para no dejar a nadie con las ganas aquí van algunos nombres: Patrick Watson , Beirut, Rufus Wainwright, Andrew Bird, Obi Best, Ray LaMontagne, Regina Spektor, Slow Runner,Timber Timbre, y un etcetera larguísimo que cada quien podría enriquecer con sus nuevos descubrimientos. Lo que me lleva a pensar que los buenos artistas aparecen como cualquier flor o planta exótica, donde las condiciones son idóneas, donde hay un buen público para recibirlos, aunque sea un público pequeño, pero que pueda entender la expresión y el mensaje que el artista quiere compartir. Así que cuando vean a un artista que les gusta, piensen que somos nosotros como público los que podemos hacer que ese artista resista los inviernos de la indiferencia y los ardientes días de la crítica, somos nosotros como público quienes podemos mandar el mensaje de qué es lo queremos ver y sentir y qué no nos interesa, asistiendo a los conciertos, comprando su música, podemos hacer que artistas pequeños que muchas veces no pertenecen ni siquiera a una compañía discográfica de ninguna clase , puedan seguir creando, porque muchas de las creaciones más bellas, profundas y significativas provienen de artistas así, que no tienen más que amor a la música y que sueñan que el arte puede ser eso, una honesta y desinteresada expresión, sueño que podemos convertir en realidad los que los admiramos y acompañamos en ese difícil camino de crear sin condiciones ni límites. Cada pueblo tiene el gobierno que se merece y el cine y el deporte y la música también.